La zona euro vislumbra ya la salida a la crisis inflacionista. Los países de la moneda única cerraron 2023 con una inflación del 2,9%, según la primera estimación de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea. Eso significa que la tendencia a la baja de la inflación en Europa de los últimos meses se detuvo en las últimas cuatro semanas de 2023 después de que la tasa aumentara cinco décimas respecto al mes anterior. Sin embargo, el dato es una décima inferior a lo que esperaban los analistas, lo que mantiene las perspectivas de que el Banco Central Europeo (BCE) empiece a bajar los tipos de interés este ejercicio.
La institución que preside Christine Lagarde ya contaba con un aumento de las tasas en diciembre por los llamados “efectos base”, en especial en Alemania. Aun así, la reducción respecto es muy notable respecto a diciembre de 2022, cuando fue del 9,2%. El Eurobanco tendrá en cuenta el dato a la hora de tomar su próxima decisión sobre los tipos de interés en la próxima reunión de este mismo mes, aunque los mercados dan por descontado que por ahora mantendrá los tipos congelados en el 4,5%.
Fráncfort ahora está pendiente sobre todo de dos factores: las subidas salariales y los márgenes de beneficios. El BCE temía que un incremento de estos pudiese desencadenar una espiral inflacionista, pero los datos por ahora sugieren que eso no está sucediendo. Más atención deberá prestar ahora a la crisis del mar Rojo, que ha disparado los costes de transporte en un 170%.
Las cifras de inflación llegadas en los pasados días de las principales economías europeas ya habían servido de advertencia de que la bajada inflacionaria de los últimos meses se iba a detener en diciembre. En Francia, la inflación armonizada que usa Eurostat aumentó en el mes pasado hasta el 4,1%, frente al 3,9% de noviembre, según la primera estimación del Instituto Nacional de Estadística (Insee) y ratificada ahora por Eurostat, mientras que, en Alemania, aumentó a 3,8% en términos anuales, frente al 2,3% del mes anterior, la mayor aceleración de todo 2023 en el “motor” de Europa.
En términos de la eurozona, los productos que más han contribuido en diciembre al alza de precios fueron los alimentos, alcohol y tabaco, que sufrieron su mayor tasa interanual y se situaron en 6,1%. El repunte también obedece a una menor caída del coste de la energía, que bajó un 6,7% interanual, frente a la mucho más fuerte bajada de un 11,5% en noviembre.
Si se excluye el precio de la energía, la tasa interanual de inflación en la eurozona en diciembre fue de 4%, por debajo del 4,3% del mes anterior. Mientras tanto, la tasa subyacente, que excluye el impacto de los precios de los alimentos, alcohol y tabaco), se situó en 3,4%, frente al 3,6% de noviembre.
Entre los países de la eurozona, las mayores subidas de precio interanuales se registraron en Eslovaquia (6,6%), Austria (5,7%) y Croacia (5,4%). En el lado contrario se sitúa Bélgica e Italia, que con un repunte de 0,5% respectivamente sufrieron la menor subida de precios, seguidos de Letonia (0,9%). En España, la inflación armonizada en diciembre se situó en el 3,3%, según Eurostat.
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